Nochevieja está a la vuelta de la esquina. Es época de cambio, de transición, de buenos propósitos. Y también es un día en el que solemos realizar rituales que acompañen con fuerza y energía a impulsar nuestros deseos.
Antes de realizar un ritual debes tener claro cuál es el propósito del mismo. Y después cómo realizarlo: tiempo que vas a disponer, elementos que necesitas, lugar en el que hacerlo, etc.
Te proponemos unos rituales sencillos y fáciles de realizar.
Un puñadito de lentejas
Tal vez no sea el más conocido por estos lares, pero en algunos países comer un puñadito de lentejas (cocinadas a tu gusto), a lo largo de la comida de Nochevieja, representa la llegada de la abundancia y la prosperidad. Lo que es una tradición se puede convertir en ritual. ¿Cómo? Fácil y sencillo. Cuando comas las lentejas piensa y siente en lo que deseas conseguir. Pon conciencia y concreción mientras saboreas el plato.
Brindar con un anillo de oro o algo que sea de oro dentro de una copa
Durante unos años, en casa de mis padres justo después de tomar las uvas, solían brindar por el nuevo año y expresaban en alto sus deseos para el año que acababa de comenzar. Hasta aquí todo normal, pero ellos lo hacían metiendo sus alianzas de oro dentro de la copa. Aunque el oro se asocia con la prosperidad económica, también puedes hacerla extensible a todo tipo de abundancia: salud, amistades, amor, trabajo…
Una uva, un deseo
Este es el ritual que hago todas las Nocheviejas. A lo largo del día, pienso mis deseos, metas y objetivos a realizar en el año próximo. Cuando llega el momento de tomar las uvas, recuerdo cuáles eran mis deseos y según van sonando las campanadas, con cada uva asocio un deseo. Primera campanada y uva, salud. Segunda campanada y uva, alegría, tercera campanada y uva, bienestar…. ¿Tienes que tener doce deseos? No es necesario, puedes repetir los mismos hasta que finalicen las campanadas.
Un ritual más largo
Si dispones de más tiempo y te apetece hacer un ritual algo más largo, puedes hacerlo durante la mañana o tarde del día 31.
Siéntate y medita, piensa en cómo deseas que sea tu año, cuáles son tus propósitos, tus metas, tus deseos. Cuando lo sepas, puedes encender una vela, dándole la intención de que aporte luz e ilumine tu camino.
Y escribe en un papel aquello que deseas conseguir. También puedes programar minerales, cristales y piedras con los mismos propósitos. Por ejemplo: el citrino para la economía, el cuarzo rosa para el amor, el cuarzo blanco es el comodín y vale para todo.
Guarda el papel en un bolsillo y tenlo a mano cuando suenen las doce campanadas. Lo mismo puedes hacer con los cristales y minerales. Tócalos, siente como la energía del momento, de todos los buenos deseos da impulso de tu escrito, a tus piedras.
Una vez terminado, puedes guardar el papel hasta el próximo solsticio. Y si te resulta cómodo, puedes colocar los cristales dentro de una bolsita de tela y llevarlos contigo.
Feliz Salida y Entrada de Año

