Acompañando desde la distancia

Vivimos tiempos difíciles en los que es realmente complicado, por no decir casi imposible, acudir a los centros de salud y a las residencias de ancianos, atender a las personas enfermas, visitar a nuestros familiares, especialmente si son mayores, dar y recibir un abrazo, sentir el contacto físico …

A pesar de todas las trabas e impedimentos, es bueno recordar que puedes seguir acompañando a todas aquellas personas a las que amas, quieres y cuidas aunque estén lejos o no puedas acudir a visitarlas.

¿Cómo acompañarles en la distancia?

Sobre todo y especialmente, siendo presencia y estando presentes en amor, energía y comunicación.

Comencemos por lo imprescindible: calidad, calidez, empatía, cariño, amor y siempre que se pueda, cantidad. Cantidad de minutos, de sonrisas, de silencios, de risas, de mimos, de escucha, de presencia.

Conecta con la persona a la que deseas acompañar de corazón a corazón. Sé siempre tú mismo.

Cuando se acompaña desde la distancia, falta el contacto físico, no puedes tocar, acariciar, abrazar. Por lo que, siempre y cuando tengas contacto visual, el lenguaje corporal, las miradas, los silencios, la escucha, los gestos, cobran más importancia, por ser el nexo de unión entre ellos y tú. Si el contacto es por audio, la voz, el tono, la fuerza, la entonación que emplees, será la herramienta en la que podrás apoyarte para transmitir lo que deseas.

Si tienes acceso a la tecnología puedes hacer una llamada, una videollamada, enviar un mensaje, un correo, etc.

En caso de que no puedas hacerlo, puedes visualizar que está delante de tí la persona con la que deseas comunicarte y acompañar. Dile todo lo que deseas expresar. Y observa qué sucede. Es posible que recibas información o mensajes suyos a través de los sueños.

También puedes trabajar con la energía. Ya sea con Reiki, enviando luz y amor, acompañando con oraciones.

En la medida que puedas, abre tus sentidos, ya sean el oído y la vistaComunica, expresa con la voz, con la mirada. Presta atención a los detalles, tal vez un silencio, un gesto… Los ojos son el espejo del alma, una mirada amorosa lo dice todo. Llega a lo más profundo e íntimo de cada ser.

Y hagas lo que hagas, digas lo que digas, hazlo desde el Amor. No olvides que los abrazos se dan con el corazón y llegan al alma.

Sé presencia. El Amor conoce el camino del corazón. Sé Amor, da Amor.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Artículo añadido al carrito.
0 artículos - 0,00