Al igual que existen lugares en los que la energía es positiva y vitalizadora; hay otros, en los que ocurre justamente lo contrario.
En esta ocasión vamos a hablar de cómo podemos protegernos utilizando los cristales, los minerales y las piedras para evitar en la medida de lo posible, vernos atrapados por esta energía más densa.
Y, ¿qué lugares tienen esta energía más debilitante y agotadora? Seguro que si piensas en ellos, conocerás unos cuantos. En estos sitios se concentran muchas emociones entre ellas el miedo, la incertidumbre, el dolor, la angustia, la soledad, la impotencia…
Estos días he estado acompañando a un familiar que está ingresado en el hospital. Un centro de salud, es uno de estos lugares en los que la energía es más densa. Solo tienes que pensar en todas las emociones que sienten los pacientes, ya sean internos o externos. Y suma también las de los familiares, los visitantes, los acompañantes, los sanitarios, los que trabajan allí o están de paso…
Las emociones quedan impregnadas en las paredes, en el aire, en las estancias, y aunque vayas de visita y no estés mucho tiempo, puedes notarla sintiéndote más cansado, agotado, sin fuerzas o con dolor de cabeza.
Por supuesto que hay otras emociones y sentimientos más positivos, la esperanza, la alegría, la ilusión; sin embargo, en muchas ocasiones no consiguen equilibrar la energía.
¿Qué podemos hacer para que esta energía no nos agote? Existen distintas técnicas, métodos y herramientas que pueden ayudarte a protegerte de estas energías.
Si practicas Reiki, puedes utilizar los símbolos para protegerte y además para enviar energía positiva al lugar, a los enfermos, a los médicos, a los sanitarios, etc. También meditar te ayudará a sentirte conectado con tu energía en todo momento.
Otras herramientas estupendas que pueden ayudarte a protegerte, son los cristales, los minerales y las piedras. Especialmente, las que son de color negro, pues absorben las energías negativas y las derivan al centro de la tierra, donde se disipan.
Estos días en mis visitas al hospital, además de trabajar con Reiki, dando y enviando energía, he llevado conmigo una turmalina negra y un ónix u ónice negro. No eran muy grandes, una la llevaba en un bolsillo y la otra en forma de colgante. A la noche o cuando regresaba del hospital, las dejaba que se limpiaran y recargaran junto a una drusa de amatista y una cornalina, listas para ser utilizadas al día siguiente.
Estas piedras que he utilizado tenían mi energía. Si lo deseas puedes programar los cristales y minerales que vayas a utilizar, dándoles la orden de que ayuden a protegerte en cualquier situación o momento en el que sientas o creas necesitar una ayuda extra de protección.
Además suelo beber a diario agua de shungit, también de color negro, que ayuda a limpiar y fortalecer el organismo. Por supuesto, no es un medicamento, ni puede sustituir a ninguno de ellos.
Además de estas poderosas y maravillosas piedras negras, también puedes utilizar amatistas, cuarzos rosas, cornalinas, citrinos, ya que ayudarán a transformar, a transmutar, a llenar de amor y de vitalidad tanto a los enfermos como a tí mismo.
Estas mismas técnicas y herramientas puedes ponerlas en práctica cada vez que tengas que afrontar una situación difícil; una entrevista de trabajo, un examen, encontrarte con personas tóxicas, estés atravesando por un momento complicado, etc. ya que te ayudarán a centrar tus energías.
Si no tienes ninguna piedra de color negro, utiliza la que tengas. Puedes programarla para sentirte energéticamente bien y mantener la vitalidad. Aunque, mi recomendación es que en la medida que sea posible, tengas una piedra de color negro. Son piedras que no deberían faltar en las colecciones de los amantes de los cristales y minerales.
