En esta ocasión, voy a responder al comentario que escribió Isabel. Me parecen interesantes sus preguntas y tal vez, puedan ayudarte a resolver ciertas dudas sobre el tema de la muerte.
(…) Eugenia queria preguntarte poniendo de ejemplo a naya rivera si ella se ahogo tendra rencor a el sitio en el que ocurrio, siempre te pregunto esto disculpame..pero poniendo de ejemplo podrias hacer un video sobre si hemos tenido detalles feos con ellos nos seguiran guardando algo o tendran esa espinita clavada en su memoria. Era por si puedes hacer un blog sobre el rencor i los seres queridos fallecidos. Pongo de ejemplo si les insultamos mucho o no les ayudamos o no le dijimos la enfermedad que tenia…o no le tratamos bien a esa persona. (…)
Comenzaré por responder a lo de Naya Rivera. No he canalizado, ni comunicado con ella por lo que escribo lo que siento y pienso. Está basado en mi experiencia como canal y médium.
Naya, murió sabiendo que había logrado su objetivo, que era salvar a su hijo. Conseguirlo era muy importante para ella. Lo era todo. Este hecho, le tuvo que dar tranquilidad. Y su muerte, aunque ella no deseara morir, tuvo un fin. Murió por salvarle. Ojalá, también, hubiera podido salvarse ella.
Si guarda rencor al lugar, o a la forma de morir, no lo sé, lo desconozco.
En cuanto si al morir guardamos rencor a las personas de nuestro entorno que nos han tratado mal, es un tema que va relacionado con el grado evolutivo del ser que ha fallecido. Generalmente, no suelen guardar rencor.
Al morir, cambia nuestra manera de percibir, pensar y amar. Somos más comprensivos, más amorosos, porque somos capaces de ver y de entender aquello que no vimos cuando vivíamos. Tenemos una visión más amplia de la vida y de las personas al pasar a otro estado de conciencia. Perdonamos lo que estando en vida no lo hubiéramos hecho.
Somos Luz y volvemos a la Luz; no podríamos avanzar y pasar al otro lado si no nos desprendiésemos de esos sentimientos negativos; de lo contrario podríamos quedar atados y apegados a este plano pero descarnados. Lo que se conoce como almas errantes, almas en pena o más popularmente espíritus o fantasmas.
Tampoco deberíamos olvidar que algunos seres tras fallecer, siguen apegados a su entorno, a lo que vivieron. Aunque irán a la luz y evolucionarán en el plano en el que se encuentren, necesitarán un poco más de tiempo para desapegarse.
No debemos confundir el apego de estos seres con el de otros seres que desean ayudarnos y están a nuestro lado por propia voluntad. Los primeros necesitan más tiempo para sanar, integrar, soltar amarras y evolucionar; y los segundos, ya evolucionados, deciden acompañarnos y ayudarnos a los que estamos vivos, desde el plano elevado de la Luz.
Ante determinadas situaciones que nos sobrepasan, tanto a nivel emocional, anímico como mental y psicológico, es posible que no siempre se actúe o no se sepa actuar de la manera mas acertada. En ocasiones, nos vemos forzados a elegir entre «algo malo» y «algo menos malo», aunque lo hagamos desde el corazón. Cuando nos encontramos bloqueados emocionalmente por la situación, es aconsejable buscar ayuda y asesoramiento de profesionales.
Si creemos que hemos actuado mal con una persona, si sentimos remordimientos o culpa, o si queremos contarle algo que nos preocupa, lo mejor es comunicarnos con ella. LLámale mentalmente, coge una foto suya y háblale desde el corazón, sinceramente, y dile todo lo que sientes. Entenderá porqué se actuó de aquella manera ante determinada situación. No podrás escucharle, pero ella a tí, si. Sé paciente, observa qué sucede después. Es posible que puedas recibir algún tipo de señal o mensaje de esa persona.
Todo lo que vivimos y experimentamos en esta vida es un aprendizaje. Inclusive lo que consideramos negativo y doloroso, forma parte de la evolución de nuestra alma.