La morganita: trabajando el amor incondicional

Ya estamos en Febrero y este mes lo dedicamos a la maravillosa y amorosa morganita. Seguimos trabajando el cambio, la transformación y la renovación. Todo cambio interior que hagas se verá reflejado en el exterior.

La morganita es un berilio de color rosa. Seguro que te suena el nombre de sus «hermanas»: la esmeralda y la aguamarina. Se asocia al cuatro chakra, al del corazón, el del amor. Por su color es fácil confundirlo con el cuarzo rosa. Quizá su tono sea algo más pálido y nacarado que el del cuarzo rosa.

La energía de la morganita ayuda especialmente a abrir caminos, a encontrar soluciones en momentos de incertidumbre o bloqueo; y por supuesto, ayuda a querer y a amar. Encontrarás en la morganita un apoyo amoroso en los cambios y las transformaciones personales y también, en las relaciones, ya sean con uno mismo o con los demás.

¿Cómo trabajar con una morganita?

Si acabas de conseguir una morganita, lo primero que debes hacer es limpiarla para así eliminar cualquier tipo de energía que esté asociada a ella. No tiene porqué ser negativa, sencillamente elimina lo que no tenga relación contigo.

Después, puedes activarla, dándole tu energía, conectando con ella. Una vez, establecida la conexión, ya puedes trabajar con ella. Y si lo deseas, puedes programarla para un fin concreto. En este caso, la morganita te ayudará especialmente a conseguir el propósito para la que la has programado. 

Toma la morganita en tu mano, siente su energía. Lleva la atención a lo que deseas trabajar o conseguir. Tal vez, sea mejorar la relación contigo mismo, quererte más, tener mayor autoestima. O quizá lo que quieres sea encontrar a tu amor, a tu pareja, o simplemente mejorar las relaciones que tienes con los demás: familia, amigos, compañeros, etc. ¿Y por qué no potenciar ambas?

Siempre que la morgonita tenga un tamaño apropiado, te animo a que la lleves contigo. También puedes optar por dejarla debajo de la almohada y dormir con ella, y así posibilitar el recibir información a través de los sueños.

Personalmente, cuando decidí trabajar con la morganita, me sorprendió que pese a su tamaño, apenas medía 1,5 cms., sintiera tanto su energía. Me pareció muy potente y notaba cómo vibraba en la palma de mi mano. No trabajé ningún propósito, sencillamente, decidí dejarme llevar y fluir. Me gustó trabajar con ella. Me aportó paz y calma en momentos difíciles y complicados; y me mostró muy sutilmente la direción más adecuada que debía seguir para lograr mis objetivos.

Si te apetece trabajar el amor a todos los niveles: el incondicional, hacia tí mismo, el de pareja, y en general sanar todo tipo de relaciones, la morganita será una de las piedras que más puede ayudarte. Déjate sorprender por la intuición, escucha a tu corazón, fluye y ve hacia delante. Atrévete a descubrir qué mensajes y apoyo puede aportarte la morganita.

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