Seguro que más de una vez has oído la expresión “ser la oveja negra de la familia”. ¿Sabes si eres una oveja negra?
La oveja negra es la persona que destaca por ser diferente al resto de la familia, por su forma de pensar, de actuar, de expresar, de comunicarse. Y, sobre todo, le hacen sentir que es distinta y muestran de manera muy clara su rechazo pudiendo llegar a vivir situaciones tensas y complicadas.
Tal vez te sientas identificado con estas situaciones:
- Sentirte rechazado por parte de la familia, padres, hermanos.
- Sientes que eres diferente al resto y el entorno no disimula su rechazo. No encajas con el resto y te lo hacen saber de manera tajante y poco empática.
- Expresas lo que sientes y piensas y el resto de la familia cree que estás en su contra.
- Quieres cambiar ciertos patrones familiares que son injustos, tóxicos o negativos, y no solo no lo aceptan, si no que eres acusado de deslealtad a la familia o de querer destruirla
Si has vivido o estás experimentando este tipo de comportamientos, es porque posiblemente, seas una oveja negra. Si es así, bienvenido al club.
Quizá lo más importante es recordar que todos somos ovejas y tenemos un rol dentro del “rebaño” familiar. Que seamos del color que seamos va a depender de con qué ojos nos miremos, de qué posición o papel ocupemos dentro del entorno, nuestra actitud y forma de actuar. Nada es bueno o malo. Digamos, que puede ser útil y/o necesario.
La clave está en entender que cada uno de nosotros tiene su misión dentro del entorno en el que nos movemos ya sea a nivel individual o como parte de un colectivo, llámese familia, grupo, sociedad, etc.
Para algunas personas, ser la oveja negra, es un sinónimo de: bicho raro, desestabilizador, impertinente, desleal, rebelde... Sin embargo, estas expresiones no definen la amplitud del significado de oveja negra. Si preguntamos a una de estas ovejas qué opinión tiene, te dirá que ella es blanca y que las negras son el resto.
Dentro de la familia cada uno tiene su rol: el amable, el facilitador, el acompañante, el que cuestiona todo, el que molesta.
Normalmente asociamos a la oveja negra con el rebelde, con el que dice no a la autoridad, con el que plantea cuestiones que no convienen o se alejan de lo que se considera que es lo correcto dentro del ámbito familiar.
No todas las ovejas negras son rebeldes, pero tienen algo en común, cuestionan las actitudes y comportamientos familiares, ya sean del pasado o del presente. Cuanto más tradicionales y rígidas sean las normas y comportamientos de una familia, las discusiones y desencuentros serán mayores.
Si la actitud de la familia es más flexible, la oveja negra, pasará más desapercibida, aunque su misión, seguirá siendo la misma, llevar luz a las cuestiones familiares.
Una de las misiones de vida de la oveja negra, es la de abrir caminos, la de impulsar el avance y la transformación de su linaje familiar. Por ello cuestiona los cimientos y la solidez en la que se basa el linaje familiar. Las familias suelen entender que estas personas ponen en entredicho la lealtad y la fidelidad a los valores familiares. Aunque no es así. Lo que buscan es reparar injusticias, que salga a la luz secretos que estaban ocultos, cuestionar comportamientos obsoletos, tóxicos.
A veces, su misión, es hacer visible aquello que no se ve o quiere taparse, ocultarse, etc. Su labor ayuda a desbloquear, sanar y liberar creencias familiares, actitudes y comportamientos tanto a nivel mental como emocional que afectan tanto a cada miembro de la familia como a la familia en sí.
Normalmente las ovejas negras no suelen ser muy bien recibidas por sus familiares, especialmente por la autoridad, padres. Ya que cuestionan los modos y las formas en que se toman las decisiones, sus porqués y para qués.
Las familias suelen entender que estas personas ponen en entredicho la lealtad y la fidelidad a los valores familiares. Aunque no es así. Lo que buscan es reparar injusticias, que salga a la luz secretos que estaban ocultos, cuestionar comportamientos obsoletos, tóxicos.
Una oveja negra, normalmente va a vivir situaciones de rechazo y, posiblemente de humillación. Intentarán aislarle y que se quede sola. Intentarán que salga del rebaño. Es una especie de castigo por ser diferente. No es fácil ser diferente y en situaciones de rigidez y de poca tolerancia, aún menos. Es todo o nada, o estás conmigo o en contra mía.
La oveja negra, aporta luz en la oscuridad. Y, donde los demás ven su color oscuro, su misión trae la oportunidad de mejorar, de perdonar, de reparar, de liberar, de ponernos al día.
Sin cuestionamientos familiares, sin otras formas distintas de ver la vida, no avanzaríamos, no creceríamos como individuos ni como grupo. Es la diferencia, lo que nos complementa y ayuda a evolucionar.
Da igual el color que tengamos, lo importante es que todos, desde el rol que ocupemos, seamos conscientes o no de nuestra misión, crezcamos y evolucionemos y ayudemos a que los demás también tengan la oportunidad de hacerlo.