Malaquita y aventurina verde: mirando al futuro con amor

Seguimos viviendo tiempos difíciles, sin embargo, comienza a atisbarse la esperanza. Y, ¿cuál es el color con el que se asocia la esperanza?. Sí, eso es, el verde.

El verde también es el color del cuarto chakra, el del corazón. Vamos a potenciar la esperanza, la confianza y la apertura a la vida desde el amor, con dulzura y armonía.

En esta ocasión, te proponemos hacerlo a través de los minerales y los cuarzos de color verde. Seguramente conocerás algunos de ellos como la esmeralda, el cuarzo verde, el olivino, la malaquita, la serpentina, el jade, etc.

Hay tantas piedras verdes maravillosas que resulta difícil elegir una. Hemos elegido dos de ellas, la malaquita y la aventurina verde. Son fáciles de encontrar, tanto en cantos rodados, como en bruto. Te recomendamos que si eliges trabajar con la malaquita, lo hagas siempre en su forma pulida, ya que su polvo es tóxico cuando se encuentra en bruto sin pulir.

¿Cómo trabajar con la malaquita y la aventurina verde?

La malaquita, es fácil de distinguir por sus círculos veteados que alternan el verde oscuro y el claro. Cuando está pulida, tiene un brillo muy intenso. Los egipcios ya la utilizaban como símbolo de poder. 

La aventurina, es un cuarzo de color verde claro. Entre sus muchos beneficios está el transmutar la energía negativa en positiva facilitando así, que se aquieten los pensamientos lo que ayudará a que puedas conectar con tu escucha interior.

Te recomendamos que para trabajar con ellas lo hagas con cantos rodados y pulidos por su comodidad y tacto suave. Los encontrarás en formas de esferas, ideales para meditar con ellas; planos, para colocar sobre la zona del  cuerpo que desees activar.

El color verde aporta armonía y tranquilidad, tiene efectos sedantes y relajantes. Y si añadimos las propiedades de estas piedras, aumentamos su beneficio. La malaquita por su poder de transformación y cambio; y la aventurina verde, por su relación con la abundancia a todos los niveles. Las dos juntas tienen una energía muy potente, capaz de amplificar tu bienestar interior siempre que lo hagas a través de una mirada amorosa.

Toma las piedras en tu mano. Llénalas con tu energía. LLévalas a tu corazón, siente como un rayo de color verde llena de paz y amor tu pecho, tus pulmones. Respiras mejor.

Si sientes que quieres colocar las piedras en otra zona de tu cuerpo, hazlo. Escucha a tu intuición. Fluye. La energía de estas piedras es amorosa, es positiva, es transformadora. Te ayudarán a calmar tu mente, tus pensamientos, a disolver tus miedos, a relacionarte más amorosamente contigo mismo y con los demás. Su energía es sanadora y transformadora. Y en estos días de cambios inciertos, te ayudarán a mirar hacia delante con esperanza y paz.

Te animamos a que comiences a trabajar con los cristales y minerales. Fluye y observa lo que sucede en tí. Te sorprenderás.

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