Continúo respondiendo, en la medida de lo posible, a las preguntas que hacéis sobre el tema de la vida, la muerte y la reencarnación y que dejáis en los comentarios de las entradas. En esta ocasión respondo a Alejandro que plantea unas cuestiones muy interesantes.
«Hola, una pregunta cuando morimos, nos reencarnaremos con todos los familiares incluido tios.? O esperaremos a que se mueran todos? El fisico Sera el mismo que el de la vida anterior o tendremos diferente sexo»
Como almas que somos, viajamos en grupos. Antes de reencarnar pactamos o lo que es lo mismo, decidimos entre el grupo de almas, con quién queremos estar, qué experiencias necesitamos vivir para evolucionar, qué papel o rol vamos a tener, etc.
Una persona antes nacer ha pactado con otras almas quiénes van a ser sus padres, sus hermanos, dónde van a vivir, quién va a nacer el primero, el segundo, qué trabajo van a tener, qué sucesos van a ocurrir, con quién se va a emparejar, quiénes van a ser sus hijos, sus amigos, sus enemigos, etc.
Dentro de este grupo de almas, existen almas más afines, con las que nos llevamos mejor que con otras. En cada vida, podemos elegir cambiar de pareja o permanecer solos. Al reencarnar probablemente, no escogeremos el mismo rol que en la vida anterior, aunque si vamos a estar cerca del mismo grupo de almas. Es posible que en esta vida, quién haya sido tu abuelo, en la siguiente puede que sea tu hijo, tu mejor amigo, tu jefe, etc.
También al reencarnar, podemos cambiar de género, es decir, en esta vida podemos ser un hombre y en la siguiente una mujer.
Al morir, volvemos a reunirnos con nuestro grupo de almas. Algunos de ellos, estarán descansando, es decir, habrán decidido no volver a encarnar en la siguiente vida y esperarán a hacerlo cuando se den las circunstancias idóneas para seguir avanzando. Otras almas, en cambio, eligen volver a reencarnar rápidamente.
No siempre volvemos a reunirnos con todas las personas con las que hemos estado en contacto. Aunque si, con las que hemos pactado hacerlo, con aquellas que hay un vínculo especial. Ya sean padres, pareja, hijos, tíos, abuelos, amigos, etc.
Imagina que has tenido una relación de pareja maravillosa, o que la relación con tus padres o hijos es especial. Seguramente volverás a reunirte con ellos. Si murieron antes, esperarán el tiempo que sea necesario para reencontraros. Y pasado un tiempo, volveréis a decidir qué queréis vivir, qué experiencias harán que evolucionéis. Tal vez, quién fuera en otra vida tu primo favorito, sea en la siguiente tu pareja, tu hijo, tu amigo, tu vecino, tu jefe, o el tendero al que vas a comprar la fruta todos los días con quien te llevas tan bien.
Cada vida que encarnamos es distinta. Tendremos un aspecto diferente, podremos nacer en otros países, en otras culturas, hablaremos distintos idiomas.
Existen vínculos únicos, no importa el tiempo que pase tras su muerte y la nuestra. Volveremos a reunirnos con esas almas con las que estamos entrelazados y cuya unión ha sido, es y será especial. Y tras el reencuentro, todo volverá a comenzar de nuevo.