El 23 de abril celebramos el día del libro. Y el que estemos aislados no impide que lo festejemos por todo lo alto.
Muestro tres de los libros que están en mi mesita de noche. Son distintos entre sí, pero todos ellos muy interesantes.
El primer libro, seguramente ya lo habrás leído, se trata de «El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry. La primera vez que lo leí, tendría unos diez años, reconozco que no entendí el entusiasmo que sentía por él, una tía mía, que me lo había regalado. Si, lo leí. Me pareció un poco raro y desde luego, no comprendí porque mi tía estaba tan emocionada cuando hablaba de él y me describía algunos pasajes del libro. Más adelante, reconozco que tuvieron que pasar varias décadas, volví a releer el libro. Y fue entonces, cuando entendí a mi tía.
Es un libro con el que he disfrutado tanto de su lectura, como de las reflexiones que realiza Saint-Exupéry sobre varios temas que van desde la amistad, al amor, a cómo se comporta el ser humano, en definitiva, habla de la vida.
Otro de los libros es «El niño emocional que habita en tí» de Marie Lise Labonté. Su título ya indica cuál es su temática. Se trata de un viaje emocional y psicológico para conocerte un poco más al ir al encuentro de tu niño interior, cómo reconocer tus heridas, sanarlas y cómo reconectarte con contigo mismo. Puedes leerlo desde un punto de vista personal, de autoconocimiento, o como guía de consulta.
Y el tercero es «Usted puede sanar su vida» de Louise L. Hay. Un libro de lectura fácil y sencilla, con muchos ejercicios que ayudan entender el porqué de algunas de las enfermedades que padeces y cómo puedes sanarlas siendo consciente de lo que hay detrás de ellas. El enfoque es más emocional que físico.
Todos los libros son interesantes. Abren la mente, estimulan la imaginación, la creatividad, nos llevan de la mano a un mundo mágico y especial, en el que podemos divertirnos, aprender, disfrutar, discrepar, reír, llorar, en definitiva, vivir.